El Club Deportivo Mensajero ha logrado hacerse con los servicios del uruguayo Sebastián Bentos Vázquez (Montevideo, 25/02/1999). El atacante llega en calidad de cedido por la UD Las Palmas y permanecerá en la entidad rojinegra hasta el término de la presente campaña. Sebas, como se le conoce en el mundo del balompié, tiene experiencia en Tercera División con el segundo filial amarillo y con el CD Santa Úrsula, club al que llegó procedente del CD Sobradillo –División de Honor Juvenil-.
El jugador con nacionalidad española, después de viajar este mismo lunes a La Palma, se ejercitará desde hoy a las órdenes de Yurguen Hernández. La sesión preparatoria servirá de primera toma de contacto con sus nuevos compañeros, a los que conocerá sobre el verde del Estadio Silvestre Carrillo.
El jugador charrúa aportará velocidad, versatilidad y oficio al frente de ataque rojinegro. Sebas ha desempeñado diferentes roles en los equipos en los que ha estado, pero siempre ha dejado constancia de su poderío físico y desgaste en pos del colectivo.
Un migrante del balón. Sebas Bentos es uno de los futbolistas con una historia que, como él mismo define, es “larga”. Cuando apenas tenía siete años, inició un viaje desde su Montevideo natal para acabar aterrizado en Granada, donde vivió un año. Tras pasar por Andalucía, residió por el mismo espacio de tiempo en la isla de Fuerteventura. De la árida isla hasta arribar a Tenerife, lugar en el que vivió hasta los 12 años.
De la ‘isla picuda’ a Uruguay. Fue en esa etapa cuando empezó a desarrollar verdadera pasión hacia un deporte que en el país sudamericano se vive con máxima “garra, lucha y entrega”, puntualiza Bentos. Cuatro años más tarde y ya con esos valores impregnados en su ADN futbolista, regresó a España para enrolarse en las filas del CD Sobradillo de División de Honor juvenil. Bajo las órdenes de Fran Sosa ‘creció’ hasta cumplir edad sénior.
Con los grandes, en el Argelio Tabares. Sebas firmó por el CD Santa Úrsula antes de incorporarse a la UD Las Palmas, equipo al que pertenece en la actualidad. Ahora, el charrúa llega a un equipo que precisa de su garra, lucha y entrega. ¡Bienvenido, Sebas!
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