La historia del CD. Mensajero comienza el año 1916 cuando un grupo de amigos de Santa Cruz de La Palma deciden crear un equipo juvenil. Le dieron ya entonces el nombre de Mensajero, siendo precursor del actual. Pero no es hasta seis años después, el 6 de enero de 1922 – como así consta en los archivos y anuario de la Real Federación Española de Fútbol – cuando el Mensa se constituye oficialmente como club. Duque, Rodríguez, Víctor Ferraz, Arcadio Pérez, Ernesto Ferraz son algunos de los integrantes de este periodo histórico, una época en que ellos mismo eran además de directivos componentes del plantel de jugadores. El primer Presidente del Club Deportivo Mensajero fue Don Francisco Duque Duque.
Los colores que en aquel entonces vestía el conjunto mensajerista eran camiseta roja y pantalón blanco, y es a partir de la reorganización del fútbol insular, en 1931, cuando se adoptan los colores modernos, camiseta roja, pantalón negro y medias negras con vuelta roja. Se desconoce el porqué de este cambio
Una plantilla de estos años 20 era la formada por Valdo, Ernesto, Agustín, Antonio D., Isidoro, Antonio G., Pedro, Rogelio, Francisco P., Emilio, Arcadio, Idafe, Rafael y Fran Duque, contando como entrenadores en esta década con D. Silvestre Carrillo, D. Santiago Fortuny, D. Emilio Rodríguez, D. Ernesto Odón Pérez, D. Ramón Ramos y D. Francisco Duque.
CD. MENSAJERO (1924):
Valdo, Ernesto, Agustín, Antonio D., Isidoro, Antonio G., Rogelio,
Francisco P., Emilio, Arcadio, Idafe, Rafael, Francisco y Francisco Duque.
La prensa se comenzaba a interesar por este deporte, el “Foot-Ball”, anunciando los partidos que se disputaban en el “Bajamar Club”: “A las diez del día de mañana, tendrá lugar en el “Bajamar Club” un encuentro entre los equipos “Niágara” y “Mensajero”. El entusiasmo que reina entre ambos “equipiers” es grande”.
Este partido, jugado en el mes de marzo de 1924, acabó con un empate por lo que un mes más tarde ambos conjuntos se volverían a medir para “ver cuál de los dos resulta vencedor” (LA LUCHA). Y el ganador fue el CD. Mensajero por “dos goal a cero” (LA RAZÓN).
Todos ellos se tratarían de encuentros con carácter amistoso que se iban jugando a la vez que los distintos clubes intentaban fundar una Federación Local de Fútbol. Se trataban del Palma, Tenisca, Támesis, Canario, Irún, Obrero, Niágara, Benahoare, Equipo Canario, Mensajero… El premio para el vencedor (y para el perdedor) era muchas veces compartir “unas finas pastas y licores, lanzándose a la vez vibrantes hurras…”, a la vez que la Banda de música interpretaba alegres pasodobles.
(“Bajamar Club”. 1923)
La primera mención que se recoge en prensa en la que aparecen asociados los dos equipos históricos capitalinos, Mensajero CD. y Tenisca CB., fue con motivo de una COPA organizada por la “Comisión Popular del Adoquinado de las principales calles de Santa Cruz de La Palma”, con la finalidad de recaudar fondos para este fin. Participarían además de estos dos conjuntos, Palma CA., Irún CD., Canario SC. y Támesis FC., saldándose el primer enfrentamiento del Mensajero ante el Canario con empate (2-2, goles de Emilio y Félix Martín) y teniendo que disputarse un choque de desempate que resolverían los nuestros con una victoria por 3-0, con tantos de Daranas (2) y Félix Martín.
En la segunda eliminatoria de la llamada “Copa de Oro”, le toca al Mensa enfrentarse al Támesis, que había dejado en la cuneta al Irún. Nuevamente se imponen los rojinegros, en esta ocasión por 1-0 (Félix Martín). Durante este partido “se tiraron 11 “corners” y 3 “penaltys” contra el Mensajero y 5 “corners” y 2 “penaltys” contra el Mensajero” (LA LUCHA).
Estos triunfos provocaron que el día 13 de julio de 1924 se enfrentaran por primera vez el Mensajero CD. y el Tenisca CB, en duelo que terminó con empate sin goles. Con el mismo resultado finalizó el encuentro de desempate que se jugó el 1 de agosto, teniendo que medirse por tercera y definitiva vez el 6 de agosto. “El partido promete ser interesante por luchar el equipo Mensajero CD. que ha comenzado a destacarse como equipo de empuje, de jugadas artísticas y limpias, con el Tenisca CB. que ya tiene una bien ganada ejecutoria y que aspira al campeonato” (LA LUCHA). Los blancos se impusieron por 6-1 y serían eliminados en la final local por el Palma (2-1) que también ganaría por 1-0 el duelo ante el campeón de Los Llanos, Aceró CF., y se hacía con el preciado trofeo.
(Primer Anuncio en Prensa en que aparecen Mensajero y Tenisca. Copa Adoquinado).
Constituida la Federación Insular este mismo año 1924, su presidente D. Teodomiro Martín Román, exjugador del Mensajero, hacía oficial el “Primer Reglamento del Fútbol Palmero”, en la que se define claramente que las dos finalidades que perseguía esta institución eran “atender a la cultura de los jugadores y a la reglamentación del juego y constitución interna de cada equipo”. Se resaltaba el ámbito educativo del deporte, con la necesidad de que no hubiera jugadores analfabetos y que la práctica física no menoscabara la preparación intelectual.
D. Teodomiro Martín Román
(Presidente de la Federación Insular de Fútbol).
El 22 de diciembre nuestro equipo juega en el Valle de Aridane ante el Junonia CD. cayendo por 1-0 según afirmaba LA RAZÓN.
1925 sería un año de rodaje para nuestro equipo, compuesto casi en su mayoría por jugadores juveniles. Destacaría el encuentro que el Mensajero CD. disputaría ante el Tarrasa de Tenerife, donde se perdía por 2-0.
Precisamente en estos partidos, debido a algunos incidentes en forma de lesión que padecieron los jugadores, diversos estratos sociales comenzaron a manifestar “que las autoridades deben de tomar parte activa en este asunto, vistos los perjuicios que con distintos caracteres presenta y en evitación de que la juventud se declaré más a favor de la cultura, prohibiendo en absoluto este juego, pues de lo contrario tendremos que seguir lamentando mayores desgracias”. Otras voces hablaban de un juego no apto para los más jóvenes pues era “bárbaro, un atletismo formidable y peligroso. Si conociéramos como debíamos de conocer la osificación del niño, sin realidad ósea, su desenvolvimiento somático, no insistiríamos en esta clase de juego bárbaro y peligroso. El irrevocable principio de conducir, cueste lo que cueste, un balón hacia la “puerta”, no nos parece propio de la más aceptable Pedagogía”.
El quinquenio que abarca desde 1925 a 1930 se podría calificar de parón dentro del fútbol en la isla, llegando incluso a solicitarse en la prensa la vuelta a la disputa de los partidos que habían ido decayendo en número. Con argumentos a favor y en contra quedaba claro que el balompié “no resultaba indiferente a nuestra sociedad y que un importante sector de la misma no se resignaba a que las cosas siguieran como hasta el momento, vislumbrándose a corto plazo una solución al profundo bache en el que se encontraba inmerso el fútbol”. (Francisco Antequera, “Fútbol en La Palma”).
(MENSAJERO CD. – Temporada 1930/1931:
Óscar, Chiquito, Molina, Antonio, Vargas,
Manolo R., Coquito, Cristóbal, Ernesto, Juan M., Isidro y Francisco).
