Ya sabe lo que es marcar con la elástica rojinegra. Christian Toboso fue el autor del único tanto mensajerista, en el estreno en casa ante el Ursaria (1-1). Tras regresar a los entrenamientos este miércoles, el zaguero reconoce que el equipo sigue dando pasos en firme para buscar el primer triunfo en Segunda RFEF de la temporada.
Cuestionado por el choque ante el CD Ursaria, Toboso considera que el Mensajero hizo un “gran trabajo en la primera parte”, en la que rayó a un nivel muy alto. El rival supo cómo hacernos daño a partir del descanso y nosotros no conseguimos contrarrestarlo. No obstante, sacamos lectura positiva y ya nos hemos centrado en corregir errores; esa es la clave para el éxito en esta carrera de fondo”, aduce.
“Veo al equipo confiado en sus posibilidades, consciente del buen trabajo que llevamos haciendo desde pretemporada. Somos autocríticos con nuestros errores y los intentamos enmendar para mejorar física y tácticamente”, asevera Christian.
El central mensajerista es optimista de cara al encuentro de este domingo (El Prado, 11:00 hora insular canaria). “El CF Talavera de la Reina es un gran equipo y uno de los favoritos; no obstante, vamos con la ilusión de sumar de a tres. Para ello hay que estar concentrados los 90 minutos; solucionar problemas; ayudar al compañero y saber en qué fase del partido hacerles sufrir… debemos buscar nuestros momentos, que seguro que los tendremos. La experiencia en esta categoría me dice que cada partido es un mundo, sea donde sea. Trabajando así, seguro que lo podemos sacar”, comenta el conquense.
A nivel individual, el exjugador del Socuéllamos dice sentirse muy feliz en la Isla. “Desde el primer momento me han hecho sentir como en casa”, reconoce Toboso, quien resalta la belleza de los rincones, gastronomía y gente de La Palma. Estar tan a gusto ayuda a sacar el máximo en el aspecto deportivo”, relata.
“Fue una satisfacción enorme, sobre todo por ver la gente en la grada. Queremos agradecer el apoyo que nos están brindando. La afición del Mensajero es un lujo”, concluye Christian.
