El Club Deportivo Mensajero ha dado a conocer este sábado, 5 de agosto, día de la Patrona de la isla de La Palma, la Virgen de las Nieves, el ganador de un abono para la temporada 2023/24, en la que el equipo rojinegro militará en Segunda RFEF. Entre la treintena de relatos recibidos por simpatizantes y aficionados rojinegros, el jurado, compuesto por la directiva mensajerista, ha designado como agraciado a Carlos Javier Afonso, un majorero enamorado de nuestra isla, de una palmera y, además, del equipo que nos representa. Su relato ha sido el siguiente:
Corría aquella brisa veraniega por la calles de Puerto Del Rosario, en aquella noche del 10 de septiembre de 2022, cuando la luna se disponía ya a pasar a mayores aposentos. Acabábamos de entrar a trabajar mi compañero y yo, y antes de comenzar nuestra jornada, nos preparábamos para tomarnos el café corespondiente. Presentía algo raro. Al llegar al punto de encuentro, puedo apreciar cómo se encuentra una señorita sentada frente a mí. Esa chica tenía algo, no sé el qué, pero lo tenía.
Tuve el placer de tener una pequeña conversación con esa chica que no había visto en mi vida. Sus palabras me llegaron tan al fondo y su personalidad me cautivó. Me hacía mucha ilusión como esta chica hablaba de sus aventuras en la isla de La Palma, ya que ella es de allí. Me habló del volcán, de las comidas, de los parajes naturales que tenía la Isla y, sobre todo, de la gran afición futbolística que había en la Isla, destacando varios equipos, pero sobre todo al C.D. Mensajero.
Yo había nacido en la isla más seca de todas, Fuerteventura. Quizá por ello y por lo que me contó aquella palmera, me hacía especial ilusión ir a conocer La Palma. Un fin de semana del mes de noviembre, volamos hacia allá; conocí a su gente, bastantes lugares de Santa Cruz de La Palma y como no, el domingo me llevaron a ver un C.D. Mensajero – U.D. Gran Tarajal… ¡palmeros contra majoreros!
Ya antes de comenzar el partido, me hablaron de las historias de ese campo, del inconfundible Silvestre Carrillo, de sus aficionados… yo les replicaba que el partido que más esperaba en la época dorada del C.D. Corralejo, era el enfrentamiento con los rojinegros. Me encantaba escuchar a los comentaristas radiofónicos; la pasión con la que los mensajeristas vivían el partido. Lógicamente este majorero tiraba por el equipo de su tierra, pero en aquel campo había algo que desprendía pasión, sentimiento, familias de varias generaciones unidas… aquello era otra forma de vivirlo; lo que escuchaba por la radio, lo estaba viviendo en primera persona.
Enseguida acepte las reglas básicas de ese magnífico santuario. Me sentía como en casa, me trataban como a uno más y eso empezaba a hacerme correr por las venas esa afición rojinegra poco a poco. Semanas más tarde, volví a ver al Mensajero en mi isla, jugaban contra el Unión Puerto. Aquel día todo se torció, menos mi idilio con ese equipo. La siguiente parada fue en Arrecife en Lanzarote. Otro viaje para confirmar que se cocía algo. Mis amigas Nati, su hija Amalia y esa persona que me enamoró y que me unió a La Palma y al C.D. Mensajero.
Se acercaban Los Indianos y ese fin de semana el ‘Mensa’ jugaba en casa. Tenía que ser una fiesta y así intenté que fuera. Aquella mañana, me puse el traje de gala de la Guardia Real inglesa y salí a conquistar el reino del Mensajero, el Estadio Silvestre Carrillo. No sé si lo conseguiría, pero me lo pasé tan bien con toda esa afición que, cuando acabó el partido, su grupo más efusivo (La Bocana), se dirigió a mí para hacerme entrega de una bufanda como regalo. Fue algo muy emotivo y que me hizo soltar alguna lagrimilla. Salí de allí diciéndole a Amanda que si algún día viviera aquí, ese personaje británico pisaría ese estadio cada quince días.
Pero, a los pocos días y cuando ya me encontraba en Fuerteventura, me hicieron llegar el cartel anunciador del siguiente partido, en el que yo era el reclamo principal…orgulloso no, lo siguiente. GRACIAS. Cada fin de semana había un mensajerista en la isla majorera, viviendo los partidos como el que más, sumando puntos, mirando la clasificación desesperado…hasta que al final llegó. Todo esfuerzo tiene su recompensa y el vuestro no iba a ser menos.
En la última jornada y ya con el ascenso asegurado, pude ir a felicitar a los chicos a Yaiza (Lanzarote), junto a la persona que me dio la oportunidad de conocer otra tierra, otra gente, y sobre todo, por darme dos AMORES, mi amor por el C.D. Mensajero y mi amor por ella. SIEMPRE ROJINEGRO.
Carlos Afonso.