El vicepresidente del Club Deportivo Mensajero, Guillermo Jiménez, hace balance del momento actual de la entidad rojinegra. El directivo hace un repaso del primer equipo y nueva situación en el área técnica, hasta el final de campaña encabezada por su vástago. También hace hincapié en la necesidad de cambiar el maltrecho césped artificial del Estadio Silvestre Carrillo ya que, de no ser así, este, atendiendo a la normativa de la Federación, no le permitiría actuar de local en su feudo. “No está ni mucho menos descartada la posibilidad de competir en Segunda RFEF”, dice tras ser conocedor del proceso de disolución por el que pasa el Extremadura.
¿Cómo valora la temporada que ha tocado a su fin?
No hemos estado a la altura en algunas fases de la temporada. Sin embargo, también es verdad que pequeños errores nos han penalizado muchísimo; sobre todo aquellos que han sido de bulto e individuales. Tenemos que reconocer que no cumplimos con el objetivo con el que salimos a principio de temporada, pero bueno, tampoco podemos catalogar la temporada de absoluto fracaso.
Para un equipo de la entidad económica del CD Mensajero, es una categoría muy exigente. Teníamos el propósito de afianzarnos en ella, pero no ha podido ser y tendremos que volver a intentarlo. También he de reseñar que, sin que suene a excusa, tuvimos mala suerte en forma de lesiones, como la de Jesús Valentín, que llegó justo en el momento en el que mejor estaba.
Es cierto que en enero, con el inicio de la segunda vuelta, no supimos estar bien y competir en óptimas condiciones. Me acuerdo de partidos como el del Don Benito en casa, el del San Mateo y el del Tamaraceite a domicilio… creo que nos penalizó muchísimo.
Tras la renuncia de Guille Jiménez en la dirección deportiva, ¿sobre quién recae la responsabilidad de formar la nueva plantilla?
Guille consideró que su etapa en ese rol había tocado a su fin. Es una decisión que respetamos y en la cual, aunque nos duela, debemos apoyarlo. No es fácil para él ni para nosotros, pero es su determinación. Tiene todo el futuro por delante y, conociéndolo, no dejará al Mensajero, estando dentro o no. Es un mensajerista de pro.
Digamos que volvemos al origen. De la configuración de la próxima plantilla nos estamos encargando una comisión que encabezo. Las decisiones se toman de manera consensuada y siempre poniendo en valor la viabilidad económica y de supervivencia.
Estamos formando una plantilla que ilusione. Suponiendo que sea en Tercera División, será un año muy difícil porque hay equipos muy competitivos; estará más competido y bonito que en cursos anteriores. Intentaremos estar ahí, como hemos hecho siempre.
Tras la renuncia del Extremadura parece que no está del todo claro en qué categoría saldrá a competir el Mensajero en la 2022/23. ¿Qué se sabe de esto?
Es cierto que es algo que se ha puesto sobre la mesa en los últimos días. La disolución del Extremadura nos da pie a poder optar a esa plaza. Es más, las modificaciones incluidas recientemente en el reglamento, nos benefician en este sentido. Con el documento en mano, la situación colocaría en Segunda RFEF al equipo que mejor derecho deportivo tenga. Ahora estamos a la espera de saber en qué categoría salimos a competir.
Eso condiciona mucho los planes a la hora de configurar la plantilla…
Sí. No obstante, tenemos una serie de jugadores renovados, otros retenidos y algunos que hemos incorporado. Eso sí, hay un salto importante de una categoría a otra, por lo que nos lo vamos a tomar con un poquito de calma hasta que se esclarezca la situación.
Y también para las mejoras de la instalación, ya que el césped y la iluminación impedirían poder jugar de local en el Silvestre Carrillo. ¿Tienen previsto acometer mejoras?
La venidera temporada queremos que sea importante, desde el punto de vista de las infraestructuras de nuestro club. Como todo el mundo sabe, el Estadio Silvestre Carrillo es una instalación cuya titularidad es del Club Deportivo Mensajero. Ahora mismo, tenemos que acometer dos obras importantes: por un lado, el cambio del césped que, no en vano, tiene 15 años de vida (la vida útil es de 10); por otro, la iluminación, que nos permitiría entrenar y jugar por la noche. Ambas mejoras redundan en el crecimiento de toda nuestra entidad, desde los más pequeños hasta el primer equipo.
Sin esas mejoras que comento y en caso de que finalmente salgamos a competir en Segunda RFEF, no podríamos disputar nuestros partidos como local en el Estadio Silvestre Carrillo. Apelamos a la colaboración y sensibilización de las instituciones públicas; sin el apoyo regional, insular y local, no podremos acometer esas necesarias obras.
También barajamos otras mejoras, pero de otra enjundia, como podría ser la instalación de un techo que cubriría alguna de las gradas de nuestro estadio. Asimismo y de manera inminente, nosotros mismos vamos a remozar la cantina Paco Montesinos. Todas las obras que comento, servirán de punto de inflexión en la historia de nuestro club.
Por último, hablemos de la cantera. ¿Qué análisis hace de la misma?
Estamos muy orgullosos de ser, junto a CD Tenerife y UD Las Palmas, una de las mejores canteras de Canarias. Por número de fichas y, sobre todo, por la metodología de trabajo que aplicamos. Creo que nuestra cadena de filiales goza de la mejor salud de toda su historia. Tenemos un equipo juvenil, en la División de Honor; y el ‘B’, que se ha ganado el ascenso a la Provincial; también un cadete, en Autonómica.
Tenemos más de 200 niños en nuestra base, eso supone el seguir nutriendo a la nodriza de canteranos, tal y como ha sucedido recientemente con Alejandro Padilla, Cacho, Ricardo, etcétera.