Si hay un futbolista que pone de acuerdo a toda la afición mensajerista cuando hablamos de grandes referentes históricos es José Antonio Márquez. ‘El quillo’ derrochaba calidad en todas y cada una de las facetas del juego. Su buen manejo de ambas piernas, su visión de juego, su olfato de gol y, de manera especial, su habilidad en las acciones a balón parado hicieron de él un jugador irrepetible.